Seattle linda al oeste con el océano Pacífico, así que desde la línea costera, tendrás una panorámica extraordinaria del estrecho de Puget, sus islas, las montañas de la ciudad y los yates, barcos, cruceros y transbordadores que navegan estas aguas. Camina a lo largo de tres kilómetros (dos millas) y descubre un sinnúmero de tiendas, explora los espacios y muelles públicos, siente la brisa en el rostro y saborea los exquisitos mariscos que sirven docenas de restaurantes sobre este tramo de la ciudad.
La costera se extiende a lo largo de 3 kilómetros (2 millas) por debajo de Alaskan Way, desde la plaza Pioneer Square al sur, hasta los muelles Centennial Park y Smith Cove al norte. Esta zona tiene más de un siglo de historia: en 1896, la fiebre del oro de Klondike (también conocida como "fiebre del oro de Alaska") catapultó la costera y los puertos de Seattle a la fama, como la "puerta rumbo a Alaska". Algunos años más tarde, Seattle se transformaría en un puerto comercial sumamente importante. Al sur del distrito central de la ciudad todavía puedes ver el enorme complejo portuario de aquella época. Come un delicioso platillo a base de mariscos en uno de los muchos restaurantes, donde probarás desde comida rápida hasta cenas elegantes mientras contemplas el paisaje marino. Aquí hallarás de todo, desde almejas y mejillones elegantemente servidos hasta pescado empanizado con papas fritas. Tienes que probar el suculento salmón de Northwest Copper River (disponible solo en temporada).
Caminar por la costera de punta a punta te tomará unos 40 minutos, sin tomar en cuenta las dos horas o más que te tomes para conocer cada una de las atracciones que te toparás en el camino. Entra a una de las exclusivas tiendas de souvenirs únicos en su tipo, artículos marítimos y obras de arte. Explora el fascinante Acuario de Seattle, que cuenta con una exhibición de vida marina y estanques donde puedes tocar a los animales, ubicado en el Muelle 59 (Pier 59). Pasea por el parque Myrtle Edwards Park por alguno de los apacibles senderos que puedes recorrer a pie o en bicicleta. El Olympic Sculpture Park (Parque Escultórico Olímpico) está cerca de aquí, y combina la belleza natural del estrecho de Puget con atractivos ejemplos de arte moderno, a lo largo de un camino que te tomará por lo menos una hora a pie (y eso si vas rápido).
Sube a bordo del transbordador de Bainbridge Island y disfruta del viaje a esta interesante isla, pequeña pero llena de cultura y actividades al aire libre. El viaje de regreso es una excelente oportunidad de maravillarte con las mejores vistas de la silueta de Seattle. La Costera de Seattle está a un lado del centro de la ciudad y es fácil llegar aquí: simplemente camina hacia el oeste, un trayecto que además queda "de bajadita".
