Al ser la isla más pequeña y menos poblada de Japón, Shikoku no suele ser una prioridad en los itinerarios de viaje de Japón. Sin embargo, debido a su naturaleza menos desarrollada, Shikoku cuenta con paisajes naturales mejor preservados y muchos sitios históricos intactos. Pasa algunos días fuera de las zonas altamente urbanizadas de Japón para explorar las aldeas, las montañas y los templos en las cimas de colinas de Shikoku.
Los castillos antiguos son uno de los elementos más comunes en el paisaje de Shikoku. Los más espectaculares se alzan en Matsuyama, la ciudad más grande de la isla. El Castillo de Matsuyama se eleva sobre una montaña de 132 metros (433 ft) sobre el nivel del mar. Llega hasta el castillo del siglo XVII en góndola y observa la ciudad en crecimiento.
Los templos también están desperdigados por todo Shikoku, ya que tienen una importancia vital en la vida tradicional del lugar. Una vez por año, 100,000 peregrinos budistas hacen la Peregrinación de los 88 Templos. Cada peregrino camina o conduce por toda la isla para visitar los 88 templos vinculados al monje legendario llamado Kūkai. Intenta caminar una porción del sendero de 1,200 kilómetros (750 mi) o visita solo algunos de los templos. Visita el Templo de Chikurin-ji fuera de la ciudad de Kochi, el cual cuenta con una pagoda de cinco pisos y un jardín que, según se dice, tiene alrededor de mil años.
Recorre el interior de Shikoku para explorar el terreno montañoso. La montaña más alta del oeste de Japón, el Monte Ishizuchi se eleva a 1,982 metros (6,503 ft) pies sobre el nivel del mar. Los senderistas profesionales la escalan en un día.
También vale la pena descubrir los océanos repletos de islas en los alrededores de Shikoku. Dirígete hacia Imabari en la costa norte para acceder a la Ruta Marítima Shimanami. Este trayecto de 60 kilómetros (37 mi) compuesto por 10 puentes atraviesa seis islas pequeñas y cruza el Mar Interior de Seto hacia la isla de Honshu. Si quieres algo diferente, contrata un tour para observar ballenas desde Kochi.
Más allá de su fuerte tradición y herencia, Shikoku cuenta con excelentes especialidades gastronómicas. Visita Tokushima para degustar un plato de ramen de Tokushima o pide el katsuo no tataki (bonito asado de la región) en cualquier punto de la isla.
Para visitar Shikoku, vuela al aeropuerto internacional en Osaka y maneja dos horas hasta llegar a destino. Experimenta un Japón distinto al de las luces de neón de Tokio en esta isla tranquila.