Empaca tu toalla, ponte tus lentes oscuros y dirígete a uno de los más famosos destinos de playa de Australia. Este pueblo, que fue una aldea de pescadores hasta mediados del siglo XX, se ha transformado en un renombrado destino vacacional gracias a sus excelentes playas y a la cercanía del impresionante río Noosa. Aún así, los lugareños se han asegurado de que el pueblo conserve su encanto. Más de 30 por ciento del lugar consiste en áreas boscosas o parques protegidos, y las restricciones a la altura de los edificios permiten apreciar el paisaje. Este es un lugar para dejar el coche estacionado, ya que todo lo que necesitas está a tu alcance a pie.
Dirígete a la playa para refrescarte entre las olas. La playa de Main Beach es segura e ideal para los niños, mientras que las playas alrededor del Parque Nacional Noosa son mejores para los surfistas. Puedes rentar tablas de surf o reservar algunas clases en muchos lugares del pueblo.
Puedes ir de excursión al Parque Nacional Noosa, en el extremo sur del pueblo. Los senderos son fáciles de recorrer y atraviesan un fresco bosque, playas y caletas escondidas, y te permiten admirar increíbles paisajes en el trayecto. El parque nacional es hogar de varias especies nativas únicas. Mantente alerta y tal vez logres ver un koala o una cacatúa negra.
Si quieres conocer algunas de las especies más raras o peligrosas de Australia, dirígete al Australia Zoo, a menos de una hora hacia el sur. Otro viaje que vale la pena es un recorrido en bote por el río Noosa para admirar más de los bellos paisajes del lugar.
Los amantes de la pesca pueden organizar recorridos por el río o a mar abierto, o también pueden pescar desde la playa. Si te gusta ir de compras puedes ir a Hasting Streets, la avenida principal, la cual está llena de boutiques y tiendas exclusivas. Por las tardes puedes caminar por las calles y elegir alguno de los numerosos restaurantes para cenar, o sencillamente puedes relajarte en un balcón y disfrutar de la vista.