El Templo de Debod es una prueba de que la verdad puede ser más extraña que la ficción. Por increíble que parezca, puedes visitar una reliquia del antiguo Egipto en el centro de una capital europea. Visita este sitio al atardecer para disfrutar la iluminación espectacular que proyecta hermosos reflejos en el agua.
El templo se creó originalmente en el sur de Egipto y recorrió un largo camino para llegar hasta aquí. Tomando en cuenta su condición actual, la antigüedad del templo es tan sorprendente como la gran distancia que ha recorrido. Observa sus columnas cuidadosamente esculpidas e intenta imaginar cómo se veían cuando eran nuevas.
La construcción del templo comenzó en el siglo II a. C., por órdenes del rey Adijalamani de Meroë. El edificio continuó creciendo y, finalmente, los emperadores romanos lo terminaron después de la anexión de Egipto. La estructura quedó abandonada a partir del siglo VI d. C.
Todos los objetos antiguos egipcios causan una gran impresión por la historia de esta cultura. Sin embargo, la nueva ubicación de este templo causa una impresión adicional, simplemente por lo lejos que está de su lugar de origen. El edificio se trasladó a Madrid en 1968, bloque por bloque, cuando Egipto lo donó a España para evitar que se inundara. En solo 4 años, se reconstruyó por completo y quedó listo para su inauguración.
Antes de ver el templo al anochecer, pasa la tarde explorando el parque en el que se encuentra. El Parque del Oeste es un maravilloso oasis de vegetación ubicado en el centro de la ajetreada ciudad de Madrid. Visita otros lugares de interés destacados en este hermoso espacio, como las fortificaciones en ruinas que datan de la Guerra Civil Española.
La entrada al Templo de Debod es gratuita, aunque el horario de apertura varía, por lo que es mejor consultarlo con anticipación. Es muy fácil llegar al templo. Toma el metro hasta la estación de la Plaza de España y luego camina hasta el templo en menos de 10 minutos. Disfruta la belleza del parque mientras avanzas y disfruta esta área verde que contrasta con el ambiente del antiguo Egipto del templo.