Podrás hacer de todo menos aburrirte en el Museo Memorial de Texas: aquí hay más de cinco millones de especímenes recolectados como parte de la investigación del Centro Nacional para las Ciencias de Texas. Pasa por lo menos unas cuantas horas para explorar cuatro pisos, cada uno con un enfoque diferente. Las exposiciones tienen un orden cronológico, de modo que lo mejor es comenzar con los dinosaurios del primer piso e ir recorriendo hasta la investigación biológica contemporánea del cuarto piso.
En la Sala de Geología y Paleontología del primer piso podrás examinar más de 500 fósiles de dinosaurios y otras criaturas prehistóricas. Observa al mosasaurio de Onion Creek, un animal parecido a un tiburón que medía nueve metros (30 pies) y que vivió en las aguas de Texas en el periodo cretácico (hace más o menos 89 a 65 millones de años). Este y otros fósiles fueron recolectados en el área de Austin.
En el segundo piso está suspendido del techo el gran pterosaurio de Texas, el cual fue desenterrado por científicos de la Universidad de Texas. Éste es el animal volador más grande que han encontrado los cazadores de fósiles hasta la fecha. Desde la punta de un ala hasta la otra mide 12 metros (40 pies). El resto del piso está dedicado a una exposición variable de especímenes de dinosaurios, así como gemas y minerales recolectados en el área cercana.
Conoce más acerca de los animales nativos de Texas en el tercer piso, el cual presenta una gran cantidad de reptiles, mamíferos y aves disecados.
El cuarto piso muestra algunas de las contribuciones científicas más recientes para la biología y la teoría de la evolución. Las siete secciones de este lugar abarcan temas como la manera en que enfermedades como el VIH se han desarrollado durante las últimas décadas.
El Museo Memorial de Texas está en Trinity Street en el campus de la Universidad de Texas. Está abierto los siete días de la semana, excepto en días festivos, Nochebuena y víspera de Año Nuevo. La entrada es gratuita. Consulta los programas si estás planeando tu visita en otoño, ya que con frecuencia el museo cierra sus puertas cuando la Universidad de Texas está jugando un partido de futbol americano en casa. El museo carece de restaurante. Sin embargo, encontrarás bastantes opciones de comida en el área que rodea a este lugar.