Abierta al público en 1968, la Torre Olímpica se levanta por encima de la ciudad de Múnich, a más de 291 metros, si se incluye la antena. Además de ser un punto de observación, la Torre Olímpica también se utiliza como una torre de comunicaciones. La torre se añadió al Parque Olímpico para los Juegos Olímpicos de Múnich, en 1972.
Después de adquirir tu boleto de entrada, toma el elevador que te llevará hasta el mirador en solo 30 segundos. Disfruta de la vista panorámica de Múnich, la cual, en los días claros, se extiende hasta la región de Salzkammergut y los Alpes. Utiliza la silueta del mapa de la ciudad que rodea al mirador para orientarte. Para los más valientes, hay un mirador al aire libre, pero debes tener cuidado, ya que en este espacio el viento puede llegar a ser extremadamente fuerte.
Otro de los atractivos de la Torre Olímpica es el Museo del Rock, considerado el mayor de su tipo en todo el mundo. Este museo contiene objetos de bandas como The Rolling Stones, Pink Floyd o Queen. Varios conciertos se celebran en este espacio durante todo el año.
En el restaurante giratorio Restaurant 181 disfrutarás de una experiencia gastronómica única en Múnich. Este restaurante, galardonado con la estrella Michelin y a cargo del chef Otto Koch, ofrece un menú del más alto nivel. Disfruta de tu comida mientras el restaurante gira a un ritmo de una vuelta completa cada 53 minutos. Te recomendamos reservar con anticipación. Sube antes del atardecer para contemplar la puesta de sol y ver la oscuridad descendiendo sobre la ciudad.
Puedes comprar regalos en la pequeña tienda de recuerdos situada a la entrada de la torre. La Torre Olímpica abre todos los días, desde la mañana hasta la noche. El Parque Olímpico cuenta con un estacionamiento con cargo adicional, ubicado muy cerca de la torre.