El Valle de los Ingenios y la propia ciudad de Trinidad forman parte de un sitio designado como Patrimonio Mundial por la Unesco como reconocimiento a la gran influencia del comercio de azúcar en Cuba. Visita esta región para comprender la importancia del trabajo de los esclavos para el desarrollo económico de Cuba antes de la abolición de la esclavitud en este país en 1886.
Durante un siglo, a partir del final del siglo XVIII, el Valle de los Ingenios fue una de las regiones productoras de azúcar más grandes del mundo. Los esclavos de África proporcionaban la mano de obra que se utilizaba para plantar, cosechar y procesar la caña de azúcar, mientras que los dueños de la plantación disfrutaban las ganancias de este próspero cultivo. Contempla el contraste entre las casas de la plantación y los dormitorios de los esclavos mientras recorres este museo viviente casual para comprender el pasado complejo.
El Valle de los Molinos de Azúcar tenía unos 50 molinos en operación durante los periodos de mayor actividad, a finales del siglo XVIII y durante el siglo XIX. Más de 11,000 esclavos trabajaban en los molinos en 1827. La esclavitud se hizo menos común y después desapareció por completo, lo que disminuyó también la producción de esta industria durante el siglo XX. Pasea por los sitios abandonados para observar el testimonio de la importancia de la esclavitud para la producción de azúcar y las condiciones indignas en que vivían las personas forzadas a trabajar.
Actualmente, varias de estas haciendas cuentan con restaurantes y otras atracciones. Manaca Iznaga es una antigua hacienda azucarera ubicada al noreste de Trinidad. Sube a la cima de la torre, utilizada en el pasado por los guardias para supervisar las actividades de los esclavos en el campo. La excavación y la renovación parcial realizadas en San Isidro de los Destiladeros, cuyo periodo de actividad fue entre las décadas de 1830 y 1890, ofrecen información sobre la manera en que funcionaba un molino de azúcar.
Esta región de 225 kilómetros cuadrados (87 sq mi) está compuesta por tres valles adyacentes conectados: San Luis, Santa Rosa y Meyer. Renta una bicicleta en Trinidad y pasea por la región para disfrutar el paisaje actual mientras imaginas las actividades que se realizaban en los siglos anteriores, cuando los esclavos trabajaban en los campos y los trenes llevaban la valiosa azúcar a las ciudades y los puertos.
El Valle de los Ingenios comienza a unos 16 kilómetros (10 mi) al este de Trinidad. Aquí puedes andar en bicicleta, rentar un auto, tomar un taxi o viajar en el tren turístico para disfrutar la vista de la campiña verde.
