La Villa Romana de Lullingstone constituye las ruinas de un edificio que data de los tiempos romanos. La villa fue construida en el siglo I y posteriormente cambió de propietario y se volvió una capilla durante los tiempos de los sajones y después de los normandos.
Las ruinas fueron descubiertas en la década de 1700, aunque mucho de lo que puedes ver fue desenterrado a mediados de la década de 1900. Hoy en día, un edificio protege a las ruinas y posee exposiciones sobre el sitio y los descubrimientos arqueológicos. Maravíllate ante los intrincados mosaicos del siglo IV en el piso de la villa, los cuales representan escenas de la literatura latina, como los troyanos y los dioses, por ejemplo. Si eres lo suficientemente valiente, busca los dos esqueletos completos que se exhiben al público. Uno de los esqueletos pertenece a un jugador romano y ambos fueron encontrados en féretros excavados en el sitio. Participa en una visita gratuita con audio de las ruinas para que tengas una mayor comprensión de estas reliquias.
Dirígete al santuario pagano que posteriormente fue transformado en una capilla cristiana. Aún pueden verse obras de arte que representan a dioses y ninfas en los muros. Imagina las conversaciones de los romanos durante la cena en el antiguo comedor.
Deja que tus hijos se disfracen con ropa tradicional romana y observa mientras ellos participan en juegos de mesa romanos.
Camina por el Circuito Lullingstone, que recorre los bellos jardines. Toma fotos del complejo arqueológico, aunque toma en cuenta que existen restricciones en cuanto a la fotografía. Compra refrigerios en el café o disfruta de un día de campo con el valle del río Darent de fondo.
El precio de entrada a la villa varía dependiendo de tu edad y del tamaño de tu grupo. Los horarios de operación también varían, así que consulta el sitio web antes de realizar tu visita. El estacionamiento es gratuito para los miembros de English Heritage (Patrimonio Inglés), de lo contrario hay que pagar una pequeña cuota.
La Villa Romana de Lullingstone está a un kilómetro (media milla) caminando desde la Estación del Ferrocarril de Eynsford, cruzando el río Darent. Ven en autobús o tren desde varias de las ciudades y pueblos vecinos, que incluyen a Londres. Renta una bicicleta para que recorras la corta distancia que hay entre la villa y el centro de Eynsford.