El piso cuenta con todo lo necesario para ponerse a vivir en él. Limpio y con todo en buenas condiciones.
La ubicación no es en plena costa, como generalmente se suele querer, pero está relativamente cerca de pueblos como Laxe, Corme, Ponteceso e incluso de Malpica al norte o Fisterra más al sur.
Los propietarios son de ese tipo de personas de las que ya no quedan. Buena gente, humilde y amable, que te trata como si fueras de su propia familia.
Un placer.