Pavimentada con adoquines y flanqueada por viejos árboles bien podados, Vrijthof es una plaza muy bonita. El uso original de la plaza era mucho menos encantador, ya que solía ser un cementerio y más tarde un lugar para ejecuciones. Sigue la ruta que han tomado los peregrinos desde la Edad Media cuando visites la tumba de San Servando y disfruta de algunas de las mejores vistas de la ciudad cuando subas a la torre de Sint Janskerk (iglesia de San Juan). Mira una presentación en el teatro principal de la ciudad o asiste a uno de los conciertos y eventos al aire libre que se realizan con regularidad en este lugar. Asegúrate de tomarte el tiempo para sentarte en uno de los cafés de la plaza y disfrutar del ambiente de este icónico lugar.
El primer obispo de la ciudad, San Servando, fue enterrado aquí en el año 384. Inicia tu visita en la Basílica de San Servando para que veas su tumba. La grandiosa iglesia románica data del siglo X, aunque hay registros que indican que aquí había una estructura muchos años antes. Pasa un tiempo observando las obras de arte sacro.
Junto a la basílica, encontrarás la gran iglesia gótica de San Juan. En los meses de verano puedes subir hasta la cima de esta distintiva torre roja para que tengas bellas vistas de la ciudad.
Disfruta de una noche en el Teatro Vrijthof, el cual tiene un programa anual de eventos. Asegúrate de hacer una pausa y admira su impresionante fachada neoclásica.
En Vrijthof se llevan a cabo eventos con regularidad. El más importante es el Carnaval de Maastricht al inicio de la cuaresma cada año. Únete a los miles de personas disfrazadas que llegan a la plaza para ver cómo se levanta una mascota gigante. Si realizas tu visita en los meses del verano, asiste a uno de los conciertos clásicos al aire libre.
Cualquier día puedes participar en una de las actividades más disfrutables de la plaza Vrijthof: sentarte a la mesa en un café y ver al mundo pasar bajo los árboles y las ventanas de las mansiones neerlandesas.