En esta isla artificial, en la bahía de Tokio, podrás encontrar una arquitectura futurista, playas de arena, aguas termales y atracciones de todo tipo, como una réplica de la Estatua de la Libertad.
Siente la energía de una de las ciudades más grandes del planeta, hogar de tiendas de electrónica e inmensos rascacielos, arte antiguo y bellas flores de cerezo.
Camina por este puente colgante para ver el panorama de Tokio o contempla sus luces multicolores desde la orilla, el monorriel, un bote o un restaurante.
Con bellos jardines de flores y un salón dorado que se considera un tesoro nacional, este templo es un monumento histórico dedicado a la dicha y la tranquilidad.
Explora este templo en una montaña, donde encontrarás una estatua con una historia poco común, caminos de madera interconectados, una casa de baños y un sauna.
Visita las calles de Sannenzaka y Ninenzaka, ubicadas debajo del Templo Kiyomizu-dera, donde puedes encontrar bellas tiendas de artesanías, casas de té y pequeñas cafeterías ubicadas en las fachadas tradicionales de madera.
Un paseo por este jardín tranquilo y colorido es el punto culminante de un viaje a Tokio en cualquier época del año. Es especialmente conocido por las flores de cerezo en primavera.