El hogar de uno de los rodeos más grandes del mundo, esta ciudad está llena de arte, festivales, historia pionera, deportes invernales, y es una puerta de entrada a las Montañas Rocosas canadienses.
Esquía en las pistas, da una vuelta en trineo, ve un partido de hockey sobre hielo y toma senderos ciclistas de montaña, en este parque que se abrió para los Juegos Olímpicos de Invierno de 1988.
El hogar de uno de los rodeos más grandes del mundo, esta ciudad está llena de arte, festivales, historia pionera, deportes invernales, y es una puerta de entrada a las Montañas Rocosas canadienses.
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Entra a bordo de una cabina de mando de una réplica de un barco de la Segunda Guerra Mundial, ve un pedazo de avión del Barón Rojo, y descubre la historia militar, desde 1885 hasta el presente.
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Esquía en las pistas, da una vuelta en trineo, ve un partido de hockey sobre hielo y toma senderos ciclistas de montaña, en este parque que se abrió para los Juegos Olímpicos de Invierno de 1988.
Entra a bordo de una cabina de mando de una réplica de un barco de la Segunda Guerra Mundial, ve un pedazo de avión del Barón Rojo, y descubre la historia militar, desde 1885 hasta el presente.
Este punto de referencia del centro es el lugar ideal para orientarte, ya que cuenta con un centro de información turística y tiene vista al zoológico, la Plaza Olímpica, el antiguo Ayuntamiento y el barrio chino.
El hogar de uno de los rodeos más grandes del mundo, esta ciudad está llena de arte, festivales, historia pionera, deportes invernales, y es una puerta de entrada a las Montañas Rocosas canadienses.
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Ve animales exóticos, incluso dinosaurios, mientras te paseas por jardines botánicos y recreaciones de diversos hábitats que van desde África hasta América del Sur.
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Descubre la historia, el arte, la cultura material, y personajes admirables del oeste de Canadá, en estas amplias instalaciones. Se trata de una visita perfecta para un día de invierno.
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