Descansa en espectaculares playas y disfruta de las opciones culturales de esta ciudad histórica, ubicada en el corazón de la famosa región vitivinícola de Languedoc.
Sigue el rastro de los romanos y sumérgete en un estanque lleno de agua sulfurosa caliente que proviene de las aguas termales del pueblo pintoresco de Ax-les-Thermes.
Disfruta de las playas del Mediterráneo, las pistas de ski en los Alpes, los excelentes quesos y vinos, y algunas de las ciudades más famosas del mundo en este país de Europa occidental.
Descansa en espectaculares playas y disfruta de las opciones culturales de esta ciudad histórica, ubicada en el corazón de la famosa región vitivinícola de Languedoc.
Dominado desde lo alto por la basílica de Sacré-Coeur, este encantador barrio aún recuerda sus días como refugio de algunos de los más grandes artistas del mundo.
Sigue el rastro de los romanos y sumérgete en un estanque lleno de agua sulfurosa caliente que proviene de las aguas termales del pueblo pintoresco de Ax-les-Thermes.
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Desde un picnic al atardecer en el Jardín del Luxemburgo hasta una noche en la ópera, la capital francesa del romance te ofrece tanto placeres sencillos como lujos extravagantes.
Descansa en espectaculares playas y disfruta de las opciones culturales de esta ciudad histórica, ubicada en el corazón de la famosa región vitivinícola de Languedoc.
Contempla el pueblo medieval del Monte Saint-Michel, construido sobre una isla rocosa accesible en marea baja, el cual cuenta con callejones angostos que serpentean hacia el monasterio que está en la cima.
Contempla el pueblo medieval del Monte Saint-Michel, construido sobre una isla rocosa accesible en marea baja, el cual cuenta con callejones angostos que serpentean hacia el monasterio que está en la cima.
Contempla el pueblo medieval del Monte Saint-Michel, construido sobre una isla rocosa accesible en marea baja, el cual cuenta con callejones angostos que serpentean hacia el monasterio que está en la cima.
Este distrito, donde se encuentra la calle más famosa de París, está estrechamente relacionado con el ascenso de Napoleón y los lúgubres años de revolución de Francia.
Dominado desde lo alto por la basílica de Sacré-Coeur, este encantador barrio aún recuerda sus días como refugio de algunos de los más grandes artistas del mundo.