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Observa al personal del parque alimentar a cerca de 130 macacos de cara roja silvestres, o métete en una jaula y aliméntalos tú mismo.

Un importante santuario para lugareños y turistas por igual, con encantadores edificios y jardines que celebran la fusión entre el pasado y el presente.

Visita el mundo de un acaudalado y poderoso shogun en este opulento complejo palaciego del siglo XVII.

Observa al personal del parque alimentar a cerca de 130 macacos de cara roja silvestres, o métete en una jaula y aliméntalos tú mismo.

La elegancia actual de este templo se debe a una familia imperial. Es hogar de artes tradicionales, estatuas espirituales y un huerto de bambú.

Una viuda construyó este templo en 1606 para rendir homenaje a su esposo fallecido. Hoy es un lugar de tranquilidad con bellos jardines dignos de una postal.

Observa al personal del parque alimentar a cerca de 130 macacos de cara roja silvestres, o métete en una jaula y aliméntalos tú mismo.

Con bellos jardines de flores y un salón dorado que se considera un tesoro nacional, este templo es un monumento histórico dedicado a la dicha y la tranquilidad.

Disfruta una tradicional ceremonia del té, alimenta monos salvajes y explora templos y santuarios patrimonio de la humanidad en esta rica ciudad japonesa.

Visita el mundo de un acaudalado y poderoso shogun en este opulento complejo palaciego del siglo XVII.

Ven a este mercado en el corazón de la ciudad y experimenta de primera mano los sabores, aromas y sonidos de los puestos de comida tradicional.

Un importante santuario para lugareños y turistas por igual, con encantadores edificios y jardines que celebran la fusión entre el pasado y el presente.

Visita las calles de Sannenzaka y Ninenzaka, ubicadas debajo del Templo Kiyomizu-dera, donde puedes encontrar bellas tiendas de artesanías, casas de té y pequeñas cafeterías ubicadas en las fachadas tradicionales de madera.

Visita las calles de Sannenzaka y Ninenzaka, ubicadas debajo del Templo Kiyomizu-dera, donde puedes encontrar bellas tiendas de artesanías, casas de té y pequeñas cafeterías ubicadas en las fachadas tradicionales de madera.

Una viuda construyó este templo en 1606 para rendir homenaje a su esposo fallecido. Hoy es un lugar de tranquilidad con bellos jardines dignos de una postal.

Visita el mundo de un acaudalado y poderoso shogun en este opulento complejo palaciego del siglo XVII.