Contempla la increíble variedad de flores en exhibición, desde las plantas que comen insectos hasta las orquídeas con formas complejas, en este invernadero bien conservado de la era victoriana.
Este vecindario ribereño que se remonta a la época de la fiebre del oro es un centro de diversiones con juegos mecánicos, atracciones, ruidosos leones marinos tomando el sol y peroles de cangrejos hirviendo.