Baila flamenco, disfruta un buen vino y monta a caballo en la ciudad tradicional de Jerez de la Frontera, que cuenta con plazas pintorescas, calles de adoquín y museos interesantes.
Contempla las estatuas religiosas que decoran el interior de esta iglesia fascinante, la cual ha adquirido diferentes estilos arquitectónicos con el paso del tiempo.