Con sus antiguos castillos, sus elegantes puentes y sus iglesias, la capital de la República Checa es una ciudad que parece salida de un cuento de hadas.
En el corazón de la Ciudad Nueva de Praga se encuentra un pintoresco parque con estatuas de personajes checos famosos, enmarcado por edificios históricos.
Dentro del complejo del Castillo de Praga se encuentra esta muy venerada iglesia, hogar de las joyas de la corona checa y sede del arzobispado de Praga.