Pattaya, un caleidoscopio de neón con una vida nocturna agitada, es la segunda ciudad más visitada de Tailandia. La ciudad ha atenuado su imagen y, por este motivo, cada vez más parejas y familias visitan sus playas.
Da un paseo en elefante por la selva y observa sus rituales de baño diarios en este santuario dedicado a la protección de los mansos gigantes de Tailandia.