Explore el encantador pueblo de Sintra y sus hermosos palacios que ofrecen impresionantes vistas
Este medio día comienza en nuestro punto de encuentro en Alto do Parque Eduardo Setimo, que tiene uno de los miradores más magníficos de la ciudad de Lisboa.
Luego nos dirigimos hacia Vila de Sintra, un verdadero tesoro histórico.
Sintra fue clasificada como Patrimonio de la Humanidad, en la categoría de «Paisaje cultural», el 6 de diciembre de 1995, durante la 19ª sesión del Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO celebrada en Berlín.
En nuestra visita al centro histórico de Sintra podrás disfrutar de los famosos Travesseiros de Sintra, una visita a Sintra solo está completa si entras en Casa Piriquita para comer el tradicional Travesseiro de Sintra, que es delicioso y un dulce al que es imposible resistirse.
La almohada Sintra viene en forma de almohada, similar a la almohada con la que solemos dormir.
Esta dulce tentación está hecha con hojaldre, crema de huevo y almendras y, por supuesto, el ingrediente secreto que lo convierte en uno de los pasteles más deliciosos de la región.
El pastel se remonta al período de las dos guerras mundiales y tiene su origen en un antiguo recetario, descubierto por Constança Luísa, la hija de los fundadores.
Hoy en día es, sin lugar a dudas, uno de los dulces más conocidos no solo en Sintra sino en todo el país. Y estoy seguro de que muchos turistas ya han llevado este pastel a través de las fronteras.
Continuamos hacia el máximo exponente de Sintra, el Palacio da Pena. El Palacio Nacional de Pena es como una joya sagrada que corona la Serra de Sintra. El parque circundante, en sintonía con el personaje de hada del palacio, despierta emociones de misterio y descubrimiento. En sus rincones, los ojos se pierden en el encanto.
Los coloridos tonos del palacio, el máximo exponente del romanticismo en Portugal, y la obra eterna de D. Fernando II, rey-artista, abren las puertas a la imaginación de todos los que llegan allí, y las infinitas tonalidades de verde que pintan el parque circundante constituyen un entorno idílico, a menudo bajo el velo de la característica niebla de las montañas de Sintra. Como salido de un cuento de hadas, este lugar hace soñar a todas las generaciones que pasan por allí y se dejan deslumbrar por él.
Tras estas 4 horas bien aprovechadas, regresamos a Lisboa a nuestro lugar de origen.