Con tu entrada, accederás a la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre en el centro de recepción de visitantes, donde disfrutarás de un audiovisual sobre la historia del arte ecuestre en Andalucía (disponible hasta las 11:00 h).
El área de recepción conduce a los jardines que cuentan con una variedad de plantas exóticas. Destaca la gran fuente que adorna el centro de los jardines y cuyos chorros de agua invitan a adentrarse en el recinto del Real Colegio.
Al otro lado de la fuente, el palacio se eleva majestuosamente sobre los jardines. Es un hermoso ejemplo de arquitectura del siglo XIX, diseñado por Charles Garnier. En la planta baja, se pueden admirar los pasillos decorados tal como fueron concebidos originalmente.
En el sótano se encuentra el Museo del Arte Ecuestre, que consta de 11 salas dedicadas a los orígenes e historia del arte ecuestre y del caballo en Andalucía.
Después, verás dónde se fabrican y reparan los arneses. Este laborioso trabajo lo llevan a cabo en la talabartería el maestro arnés y sus aprendices (excepto los sábados).
Mire el entrenamiento que se lleva a cabo en los anillos de ejercicio al aire libre y vea la pista cubierta, un edificio diseñado con un auténtico estilo andaluz. Con una capacidad de 1600 personas, es el lugar ideal para ver el entrenamiento diario de caballos y jinetes (excepto los sábados).
En las cuadras, un conjunto octogonal, verás los caballos más emblemáticos de la escuela. En el centro de las cuadras se encuentra el guadarnés, donde se guardan todos los arneses que se utilizan para el entrenamiento diario y para los espectáculos.
Una visita al museo de carruajes marca el final de su visita. Admira los vehículos, los caballos, los arneses y los trajes ecuestres de la colección del museo.