Situada en las laderas noroccidentales del monte Uludag, en el sur de la región del Mármara, Bursa se cita con frecuencia como «Bursa verde», en referencia a los parques y jardines ubicados en su tejido urbano, así como a los vastos bosques de gran variedad que se extienden en sus alrededores.

Bursa, la primera capital importante en los primeros años del Imperio Otomano, mantuvo su importancia como centro comercial, especialmente como fuente de la mayoría de los productos de seda reales durante el período otomano.

Por lo tanto, Bursa ha sido tradicionalmente un polo de atracción y fue un importante centro de refugiados de diversos orígenes étnicos; además, posee un patrimonio inmaculado de la arquitectura civil otomana.