De los cientos de ciudades antiguas y ruinas clásicas de Turquía, Éfeso es la más grande y mejor conservada. De hecho, es el mejor lugar del Mediterráneo para tener una idea de cómo era la vida en la antigüedad. La antigua Éfeso era una gran ciudad comercial y un centro para el culto a Cibeles, la diosa de la fertilidad de Anatolia.

Odeon El Odeion de la antigua Éfeso es un pequeño teatro semicircular construido originalmente en el siglo II d.C. y financiado por Publio Antonio y su esposa Flavia Paiana. El edificio habría servido como espacio para reuniones políticas, eventos sociales, conciertos y representaciones teatrales.

Esta magnífica biblioteca que data de principios del siglo II d. C., el monumento más conocido de Éfeso, ha sido ampliamente restaurada. Originalmente construida como parte de un complejo, la biblioteca se ve más grande de lo que realmente es: la base de la fachada convexa realza los elementos centrales, mientras que las columnas centrales y los capiteles son más grandes que los de los extremos. Los nichos de fachadas contienen réplicas de estatuas de las Cuatro Virtudes. De izquierda a derecha, son Sophia (Sabiduría), Arete (Bondad), Ennoia (Pensamiento) y Episteme (Conocimiento).

Este templo dedicado al emperador Adriano se considera una de las estructuras mejor conservadas y más bellas de la calle Curetes. Fue construido a principios del siglo II DC por P. Quintilius para celebrar que Adriano visitara la ciudad desde Atenas.

El gran teatro de Éfeso es un edificio espléndidamente conservado e impresionante. Esta estructura, construida en mármol, tiene un ancho de 145 metros, y su audiencia una vez alcanzó los 30 metros. En su apogeo, podía acomodar hasta 24,000 espectadores. La construcción del teatro comenzó en tiempos helenísticos.

La mezquita Isabey fue construida en un estilo de transición post-Seljuk / pre-Otomano, cuando Selcuk era la capital del Emirato de Aydin. Una inscripción en árabe sobre la entrada principal indica que fue construida en 1375.

Templo de Artemisa (o Artemision), una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo. En un campo vacío al oeste del centro, este único pilar reconstruido es todo lo que queda del enorme Templo de Artemisa (o Artemision). En su cénit, el templo contaba 127 columnas.