Marina del Rey es el secreto mejor guardado de Los Ángeles, sin embargo, pasear por ella no es suficiente. Para sumergirte de verdad en la belleza que alguna vez fue el mayor puerto deportivo artificial, tienes que meterte en el agua, y no nos referimos a nadar, remar o hacer kayak, sino subirte a un barco. El barco dependerá del tamaño del grupo. Hay espacio de sobra para que traigas tu propia comida o bebida, y esperamos que lo hagas. Hay muchas oportunidades para tomar fotos y, si las reservas en el momento adecuado, no encontrarás mejor lugar para disfrutar de una de las mejores puestas de sol disponibles en el planeta.