Orvieto se destaca en una colina de toba, mostrando sus joyas, en primer lugar el maravilloso Duomo. Sin embargo, debajo de ella, en el interior, se esconde y conserva otra ciudad, excavada a lo largo de los siglos a través de la roca volcánica. Paseando por las calles de la ciudad, descubriremos dos joyas arquitectónicas únicas. El primero es el Pozzo della Cava: se trata de un complejo de la época etrusca con varios ambientes hipogeos y un pozo excavado en la roca toba sobre la que descansa la ciudad. Tiene una profundidad de 36 metros y tiene características únicas que descubriremos en detalle.
La segunda parada de la visita a la que llegaremos con un corto paseo es el famoso Pozo de San Patricio: esta estructura de agua data del siglo XVI y tenía la doble función de suministro de agua en caso de desastre, pero también de refugio en caso de ataque. Diseñado por Antono da Sangallo il Giovane, tiene la peculiaridad de tener una escalera doble cuyo acceso está garantizado por puertas separadas que permiten flujos de acceso totalmente separados. Con 54 metros de profundidad, esta joya de la ingeniería será lo más destacado de esta emocionante visita guiada.