Metz es una ciudad creativa de la UNESCO ubicada en la confluencia de los ríos Mosela y Seille. Con su rica historia como importante ciudad galorromana, capital del reino merovingio de Austrasia y cuna de los reyes carolingios, Metz cuenta con impresionantes tesoros arquitectónicos y monumentales. El pasado de la ciudad ha sido moldeado por las disputas fronterizas entre Alemania y Francia, dejando una amplia gama de estilos arquitectónicos y un vibrante patrimonio cultural.
Explore los lugares más destacados de Metz, incluidos los restos galo-romanos, las calles medievales, las plazas francesas del siglo XVIII, la arquitectura contemporánea, los pueblos vinícolas, los castillos y los jardines. Maravíllate ante la grandeza de la catedral de Saint-Etienne, una de las catedrales más altas de Francia, conocida por su amplia colección de vitrales. Dé un paseo por la Plaza de la Comedia, una encantadora plaza centrada alrededor del teatro de ópera activo más antiguo de Francia. No te pierdas el Templo Protestante, un impresionante ejemplo de arquitectura neorrománica renana construida durante la anexión alemana. Descubra los paisajes y sitios históricos de Metz que cuentan historias de batallas, señores y campesinos, sumergiéndose en siglos de historia y una arquitectura extraordinaria.