El ayuntamiento de Luxemburgo (Hôtel de Ville de Luxembourg), ubicado en el bellísimo centro histórico, es el orgullo de la ciudad, donde el alcalde cumple con sus deberes cívicos y donde se recibe a los dignatarios extranjeros. Ubicado frente a la plaza principal de la ciudad, la Plaza Guillermo II, este edificio neoclásico fue sede de eventos históricos en la Ciudad de Luxemburgo por décadas. Cuando visites la plaza, podrás contemplar este edificio simétrico del siglo XIX.
Camina por la Plaza Guillermo II y descubre los diferentes periodos y estilos de arquitectura. El elegante ayuntamiento de Luxemburgo de dos pisos se encuentra al sur de la plaza. En el pasado, en la Plaza Guillermo II, había un monasterio franciscano. Napoleón fue quien entregó el espacio a los monjes, quienes posteriormente fueron desplazados durante la Revolución Francesa cuando la plaza fue ocupada. Las ruinas del antiguo monasterio fueron utilizadas para construir el nuevo ayuntamiento.
El edificio fue diseñado por Justin Remont y construido en la década de 1820. Su diseño es simple y elegante, caracterizado por escaleras porticadas y una serie de ventanas simétricas. Observa las dos esculturas de leones que se encuentran a los costados de la escalera. Diseñados por Auguste Tremont, estos leones representan el símbolo nacional del Gran Ducado de Luxemburgo.
Si bien el acceso al ayuntamiento se autoriza únicamente en eventos especiales, la Plaza Guillermo II se puede visitar en cualquier momento del día. Los autobuses locales conectan el ayuntamiento de Luxemburgo con el resto de la ciudad. Explora la increíble arquitectura de la zona durante un tour a pie a tu propio ritmo.
Podrás relajarte bajo la sombra de un árbol en la plaza principal junto al ayuntamiento, y ver caminar tanto a locales como visitantes sobre el suelo con dibujos geométricos. En uno de los extremos, verás una estatua del rey Guillermo II, en cuyo honor se le da nombre a la plaza. Disfruta de un café en la zona de bares y restaurantes al aire libre, donde podrás contemplar el pintoresco paisaje.