Los distintivos chapiteles de Notre-Dame definen la silueta de la ciudad de Luxemburgo. El diseño arquitectónico de la catedral es, principalmente, gótico sin embargo, también pueden observarse elementos renacentistas y barrocos. La catedral alberga una impresionante cripta y es el centro de las celebraciones de la Octava de Nuestra Señora de Luxemburgo.
La catedral fue fundada en el siglo XVII como una iglesia jesuita. Recibió la condición de catedral en 1870. En 1985, se incendió uno de los chapiteles de la catedral, lo que dañó gran parte del campanario y el techo. Los chapiteles actuales son una reconstrucción moderna, pero gran parte del edificio original se conserva.
Si miras hacia arriba, podrás ver las estatuas sobre la entrada de la catedral, que representan a Nuestra Señora y a los santos Pedro y Pablo. La puerta norte de la catedral es el ejemplo más notable de los elementos renacentistas y barrocos que pueden verse en su arquitectura.
En el interior, admira las obras de arte históricas y los magníficos vitrales de la catedral. Si tienes suerte, podrás escuchar uno de los conciertos de órgano gratuitos que se realizan con frecuencia.
La famosa estatua de Nuestra Señora de los Desamparados tiene 0.7 metros de altura. Esta estatua policromada atrae a muchos peregrinos a la catedral. Observa los vitrales del artista Louis Barillet en el presbiterio.
Asegúrate de ver los dos leones de bronce que custodian la entrada a la cripta de la catedral. En la cripta, yacen los restos de varios obispos y gobernantes importantes de Luxemburgo, entre ellos, el Conde de Luxemburgo Juan I de Bohemia, la Gran Duquesa María Adelaida y la Gran Duquesa Charlotte.
Pregunta al sacristán si puedes recorrer el tesoro, ya que solo puede visitarse por pedido.
Visita la catedral durante la Octava de Nuestra Señora de Luxemburgo, una ceremonia que tiene lugar el quinto domingo después de Pascua cada año. En este día, la estatua de Nuestra Señora se lleva por las calles de la ciudad y miles de peregrinos rezan por la protección de la Santísima Virgen.
La Catedral de Notre-Dame está abierta todos los días, excepto durante los servicios. La entrada es gratuita. Se encuentra en Ville Haute, a poca distancia del Gran Palacio Ducal y la Plaza de la Constitución.