Si llegas a Venecia vía acuática, inmediatamente captará tu atención la Basílica de Santa María de la Salud (en italiano: "Basilica de Santa Maria della Salute"), una colosal iglesia abovedada, construida en la Punta della Dogana, entre la Cuenca de San Marcos y el Gran Canal. La basílica está dedicada a la Virgen María y en ella podrás ver piezas artísticas con motivos religiosos, como pinturas de Tintoretto y Tiziano.
Los lugareños la conocen con el nombre de "La Salute" (la Salud). Fue fundada en 1630 como tributo a la Virgen María, a manera de plegaria para que liberara a la ciudad de la plaga. Tomó 57 años concluir la obra, debido a los bancos lodosos que dificultaban su construcción. Tuvo que usarse una infinidad de pilas de madera para lograr un suelo más o menos estable.
Para la apariencia abrillantada, en el exterior de ocho costados se utilizó una combinación de piedra procedente de la península Istria y estuco marmorino (tabiques cubiertos con un yeso a base de mármol triturado y cal). Acércate a la fachada principal para ver las estatuas de los cuatro evangelistas, así como la figura de María, tan realista que parece que te observa desde lo alto del frontón.
El diseño del edificio está repleto de simbolismos relacionados con la Virgen María. El mismo domo representa su corona y el interior, su vientre sagrado. Admira la estatua bizantina de "Madonna e Figlio" (la Virgen y el Niño) apostada en lo alto del altar. Levanta la mirada para contemplar las impresionantes obras que Tiziano plasmó en el techo. Las escenas bíblicas de David contra Goliat y Caín y Abel decoran los domos, mientras que muchas otras piezas religiosas cuelgan de las paredes. Trata de identificar las Bodas de Caná, de Tintoreto. Te damos una pista: se encuentra en la Gran Sacristía.
Si estás en Venecia el 21 de noviembre, puedes asistir a la celebración anual "Festa della Madonna della Salute" (Fiesta de la Señora de la Salud). Ese día, miles de venecianos se abren paso hacia la Basílica de la Salud para pedir que la Virgen les conceda buena salud.
La Basílica de Santa María de la Salud se ubica en el Gran Canal, justo en el paso a la Cuenca de San Marcos, y puedes llegar fácilmente por "autobús acuático" (los llamados "vaporetti"). La iglesia abre todos los días. La entrada es gratuita, pero hay una cuota (muy pequeña) por ingresar a la sacristía.