Recorre la ligera pendiente que sube por los bellos jardines del histórico complejo Belvedere para que recibas algunas de las mejores vistas de toda Viena como recompensa. Dentro de los muros de sus dos impresionantes palacios barrocos, podrás ver habitaciones opulentas y obras famosas de Gustav Klimt y de otros maestros europeos.
El Belvedere fue encargado por el príncipe Eugenio de Saboya, el comandante militar austriaco que nació en Francia hace más de 350 años. Construido a principios del siglo XVIII, los dos palacios son algunas de las más espléndidas estructuras barrocas de Viena. Un museo de arte de clase mundial es la atracción principal del Alto Belvedere, mientras que las opulentas habitaciones imperiales y las exposiciones barrocas atraen a multitudes al Bajo Belvedere.
Comienza en el Alto Belvedere. Visita la antigua galería de pintura imperial y disfruta de las vistas excepcionales de los jardines y de la ciudad. En su interior, observa la mayor colección en el mundo de trabajos de Gustav Klimt y ve su inspiradora pintura El Beso contra un muro color negro. También encontrarás obras de varios maestros del Impresionismo como Monet, Renoir y Van Gogh, así como el Salón del Arte Austriaco Medieval.
El Bajo Belvedere alberga el Museo del Barroco Austriaco y muestra el lujo en el que vivió el príncipe Eugenio. Ve cómo la elaborada pintura en el techo del Salón de Mármol retrata a Eugenio como el dios griego Apolo. Dirígete al adornado Salón Dorado para ver más elegancia. El príncipe fue el hijo de nobles italianos y viajaba mucho, de modo que su gusto por el arte y los muebles era algo exótico.
La antigua Orangerie (invernadero para cítricos) cerca del Bajo Belvedere es ahora un museo de arte contemporáneo y está rodeada por jardines estilo francés, divididos simétricamente por veredas, cascadas y setos. Observa las numerosas estatuas y fuentes mientras caminas por las veredas.
El Belvedere está al sudeste del distrito central de la ciudad y cuenta con servicio del transporte público. El complejo abre todos los días. Cada edificio tiene su propia cuota de admisión, aunque la entrada a los jardines es gratuita. Los establos del palacio está abiertos durante unas cuantas horas de la mañana y cierran al medio día. El Alto Belvedere tiene un café. Hay visitas guiadas en inglés para grupos se deben hacer los arreglos correspondientes con anticipación.