Explora la “Ciudad de la Música” en el río Donau (Danubio). Cena en elegantes restaurantes, baila en modernos clubes e investiga la escena artística local. Regresa en el tiempo y admira espléndidos palacios de numerosos periodos arquitectónicos con impresionantes fuentes, parques y monumentos.
Wien (Viena) ha sido la capital de Austria desde finales de la Primera Guerra Mundial, aunque anteriormente fue la capital del Imperio de los Habsburgo durante más de seis siglos. En la nueva Viena, la cultura del pueblo prospera, aunque todavía puedes encontrar un tesoro de historia y tradición en los clásicos edificios patrimonio de la ciudad, sus parques y cafés.
Entre noviembre y marzo, cuando el clima es frío, quedarte en Viena implica conocer los varios museos que hay y visitar acogedores restaurantes para probar algún dulce tradicional o platillos sustanciosos, como la Sachertorte (pastel de chocolate con mermelada de chabacano) y la Wiener Schnitzel (escalopa de ternera).
Visita el Palacio Imperial de Hofburg de Viena. Entra para ver las riquezas del Imperio Austro-Húngaro, el cual colapsó hace poco más de un siglo. Mientras estás en el complejo, visita también la Albertina, una de las galerías de arte más importantes del mundo, y el elegante MuseumsQuartier, un centro para reuniones culturales.
El Naturhistorisches Museum (Museo de Historia Natural), el Rathaus (Ayuntamiento de Viena) y la Ópera Estatal de Viena son otras famosas atracciones culturales en un radio de un kilómetro (media milla) del centro de la ciudad. Esta parte central de la ciudad está rodeada por el río Donau (Danubio) hacia el este y el circuito de la Ringstraße (calle circuito). El excelente sistema de transporte público de Viena hace que también sea muy sencillo viajar a las afueras de la ciudad.
Ve pinturas de Klimt en el Burgtheater, el Kunsthistorisches Museum (Museo de Historia del Arte) o en el Belvedere. A tu familia le encantará el Palacio Schönbrunn, el cual alberga al zoológico más antiguo en el mundo.
Muchos influyentes compositores, asombrosos artistas y grandes pensadores han llamado a Viena su hogar, por lo que en todos lados encontrarás referencias de genios creativos como Strauss, Mahler, Haydn, Mozart, Beethoven, Schubert, Freud y Klimt. Los restos de muchos de ellos están enterrados en el Cementerio Central, el cual es testamento de la fama que tiene Viena como una potencia de las artes.