Visita esta ciudad en la zona de Nueva Inglaterra para deleitar tus sentidos con una atmósfera universitaria, senderos para andar en bicicleta, edificios de ladrillo y una increíble vista de las montañas de Adirondack.
Burlington es la ciudad más grande del estado de Vermont, y como tal, verás que la actividad en el distrito central nunca para. Con más de 100 tiendas y restaurantes, es un lugar excelente para sumergirte en la atmósfera de la zona. Camina por el mercado de Church Street y prueba algunas de las especialidades locales. Disfruta de una cerveza bien fría producida en una de las numerosas micro destilerías de la ciudad. Saborea un helado en la famosa heladería de la ciudad, Ben and Jerry's Ice Cream, ubicada también en Church Street. Compra una taza de café gourmet en una de las múltiples cafeterías.
Renta una bicicleta en alguno de los establecimientos que ofrecen este servicio y recorre los 12 kilómetros (7.5 millas) del Burlington Bike Path. Este camino atraviesa seis parques que tienen vista al lago Champlain. Dirígete a Colchester Point para contemplar una de las mejores vistas del lago y las montañas de Adirondack. Haz una pausa en el parque Oakledge para ver el reloj solar formado con 14 piedras que forman un círculo.
Ven a la Universidad de Vermont, al este de Burlington. Este campus es uno de los más hermosos en toda la región de Nueva Inglaterra, y tiene amplios espacios al aire libre con veredas que serpentean entre los imponentes edificios de ladrillo y una iglesia con un campanario blanco brillante.
Trata de ver el atardecer sobre el lago Champlain. Cada tarde, muchas personas vienen a la orilla del lago a contemplar el sol mientras se oculta tras las montañas de Adirondack.
La mejor forma de llegar a Burlington es en autobús o en coche, y el trayecto es de aproximadamente seis horas desde la Ciudad de Nueva York o una desde Toronto. También puedes tomar un vuelo que aterriza en el Aeropuerto Internacional de Burlington. Es una ciudad que puedes visitar en cualquier época del año, aunque las vistas más atractivas se dan en otoño, cuando los árboles de la ciudad cobran diversas tonalidades.