Los interiores con influencia tanto oriental como occidental de la casa estilo tailandés de Jim Thompson demuestran el gusto que sentía su antiguo dueño por la mezcla de estilos opuestos. Con solo entrar al recibidor de esta casa hoy convertida en museo, podrás percibir el refinado gusto por los detalles y el estilo nostálgico que caracterizaban a este arquitecto, comerciante de seda y coleccionista de arte estadounidense. En su ambiente selvático, la casa es un oasis oculto dentro de la vertiginosa Bangkok.
James Harrison Wilson Thompson nació en 1906 en Greenville, Delaware. Estudió arquitectura y después fue enviado a Tailandia mientras servía en el ejército durante la Segunda Guerra Mundial. Habiéndose dado cuenta de su potencial para los negocios, se mudó a Bangkok después de la guerra. Renovó el comercio de la seda tailandesa, lo que le ganó la Orden del Elefante Blanco por su excepcional servicio a Tailandia. Nadie sabe qué le sucedió a este legendario "farang", nombre que los tailandeses dan a los occidentales. En 1967, mientras se encontraba de vacaciones con unos amigos, desapareció en las tierras altas de Malasia y nunca más se le volvió a ver.
Thompson construyó la casa en 1958 usando madera de teca. Valiéndose de una técnica tailandesa, ensambló la casa sin usar un solo clavo. El edificio consiste en seis casas tradicionales de estilo tailandés conectadas por techos curvos. Su primer nivel elevado y sus paredes ligeramente inclinadas son elementos típicos de la arquitectura tailandesa.
Si eres de gusto ecléctico, podrás admirar la habilidad con la que Thompson combinó estatuas de Buda con lozas italianas y un candelabro belga. Admira las esculturas, las antigüedades y el arte asiático, que te permitirán descubrir el lado nostálgico de Thompson. Observa las obras de arte que cuelgan de las paredes y que representan varias etapas de la vida de Buda, y visita la cocina para admirar su fina porcelana Benjarong. Visita el Centro Jim Thompson para las Artes, ubicado arriba del primer nivel, para ver alguna de sus exhibiciones temporales. Si quieres consentirte un poco, la casa cuenta con un restaurante, un bar de vinos que abre hasta tarde y una tienda que vende artículos de la compañía de sedas de Jim Thompson.
La Casa de Jim Thompson se encuentra justo frente al Estadio Nacional. Puedes llegar en transporte público, taxi o tuk-tuk. Abre todos los días, y las visitas guiadas, que duran 35 minutos, están incluidas en el precio de admisión.