El Cenote Sagrado es una piscina natural tranquila que cuenta con una historia fascinante e inquietante. Visita este sitio como parte de un viaje a la zona arqueológica maya de Chichén Itzá, que está en los alrededores.
Los cenotes son sumideros llenos de agua, a menudo cubiertos total o parcialmente por una cueva y rodeados de selva. En la península de Yucatán hay unas 6,000 de estas maravillas. Se cree que los mayas consideraban los cenotes como lugares sagrados mucho antes de la llegada de los colonizadores españoles. El nombre del Cenote Sagrado se debe a que se cree que era un sitio con una gran importancia espiritual. Mira el agua profunda y turbia e imagina los sacrificios en los que lanzaban personas al fondo del agua hace más de 1,000 años.
Los mayas creían que al arrojar personas a este cenote podrían apaciguar a Chaac, el dios de la lluvia, y tendrían buenos cultivos. Haz un tour guiado y conoce la manera en que los arqueólogos aprendieron más detalles sobre este ritual mediante los objetos extraídos del Cenote Sagrado. Estos incluyen algunos materiales preciosos, como oro, jade y obsidiana, así como esqueletos de adultos, niños y hasta bebés.
Voltea hacia arriba desde el cenote para ver los acantilados escarpados que se elevan a unos 27 metros (89 ft) de altura en todas direcciones. El agua alcanza una profundidad de alrededor de 15 metros (49 ft) en algunos puntos. Aunque actualmente está prohibido nadar en el Cenote Sagrado, algunos personajes famosos bucearon aquí en el pasado, como el famoso explorador Jacques Cousteau.
Puedes caminar hasta el Cenote Sagrado directamente desde el gran templo conocido como El Castillo, que es el edificio central y la atracción estelar de Chichén Itzá. En el camino, observa el Templo de Venus, que es otra ruina maya bien conservada. Explora las ruinas y el cenote por tu cuenta, o haz un tour guiado para conocer las historias de los antiguos mayas.