Dirígete a la zona conocida como la Barbacana, en Plymouth, para encontrar la Residencia Isabelina, una reliquia de la época en que Francis Drake vivía en la ciudad, y uno de los pocos edificios que sobrevivió a los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Recorre los pasillos con paneles y las escaleras en espiral para explorar las diferentes áreas de la residencia, desde las cocinas hasta los comedores.
En las cocinas, puedes ver diferentes utensilios y muebles que se crearon con la información obtenida en ciertos hallazgos arqueológicos y documentos archivados. Observa el inventario de pertenencias de otro comerciante que vivió en la misma época. Contempla la chimenea original, cuyo interior tiene la orilla de granito y está pavimentado con guijarros.
Pasea por los senderos de adoquín de los jardines y percibe diferentes aromas, como lavanda, aspérula y tomillo. Los jardineros que trabajaban en esta zona durante la época isabelina cultivaban estas plantas. Observa las camas elevadas y los setos en cajas, donde hay flores, frutas, hierbas y vegetales que se cultivaban en el siglo XVII. Relájate en los asientos de piedra y disfruta los sonidos de la fuente isabelina.
Observa el salón principal y el comedor en el primer piso. Observa también varios muebles del siglo XVII, entre los que hay mesas, sillas, un cofre y una mesa lateral prestada por el Museo Victoria y Alberto. El escritorio y el contenedor de la biblia forman parte de la colección de la casa. Sube la escalera en espiral hacia el segundo piso para ver las habitaciones, donde está el resto de la colección de muebles.
La Residencia Isabelina únicamente se abre durante el verano, y las fechas exactas se confirman cada año. Se cobra una módica cuota de entrada, con ciertos descuentos especiales. El museo está ubicado en la zona de la Barbicana de Plymouth, a la que es muy fácil llegar. Puedes llegar caminando hasta el museo desde la estación de trenes en unos 20 minutos, mientras que la caminata desde la parada de camión más cercana te tomará alrededor de un minuto. Hay varios lugares de estacionamiento disponibles en la calle. Independientemente del transporte que utilices para llegar a la Residencia Isabelina, cuando estés en el interior podrás conocer mejor la fascinante historia de Plymouth.