Contempla la arquitectura gótica de renombre mundial y los vitrales de la Île de la Cité. Mira los pequeños barcos que pasan debajo del puente más antiguo de la ciudad y observa el siniestro palacio donde María Antonieta fue detenida antes de su ejecución.
Toma el metro hasta la única estación de la isla y dirígete al Pont Neuf, que se conecta con el resto de la ciudad en el extremo oeste de la isla. Este puente de piedra blanca, inaugurado por Enrique IV en 1607, cuenta con un hermoso y sencillo diseño desde donde podrás contemplar el agradable curso de agua a tus pies. La estatua ecuestre de bronce del rey que podrás ver en el puente es una réplica de un modelo que fue robado y destruido durante la Revolución Francesa.
Navega alrededor de esta pequeña isla en forma de barco. A pocos pasos al este se encuentra el Palacio de Justicia, construido para albergar el Tribunal Supremo de Francia. Las torretas y torres conectadas que bordean el río fueron utilizadas durante mucho tiempo como prisión política. Entre 1793 y 1795, hasta 2,600 prisioneros fueron trasladados desde La Conciergerie para ser ejecutados en la guillotina.
En los jardines del palacio podrás ver un edificio realmente hermoso: la Santa Capilla o Sainte-Chapelle. La capilla, terminada a mediados del siglo XIII, cuenta con una fantástica muestra de vitrales. Entra al edificio un día soleado para maravillarte con los vitrales rojos y azules iluminados que representan la historia del Cristianismo, desde el Génesis hasta la Crucifixión.
A pesar del fantástico diseño de esta capilla, la verdadera joya de la isla es la Catedral de Notre-Dame en el extremo este de la isla. La catedral, construida entre 1163 y 1345, es un excepcional ejemplo de la arquitectura gótica. Echa un vistazo a las gárgolas y las estatuas de la Galería de Reyes en la fachada oeste, además del chapitel central con una altura de 93 metros (305 ft). Quizás puedas asistir a una misa durante tu visita.
La Île de la Cité cuenta con pocas opciones para hospedarte, sin embargo, los restaurantes de lujo de la isla son el lugar ideal para terminar el día antes de cruzar el corto puente para volver a la ciudad.