Es increíble que hay tantas aves en los confines de la ciudad. Sin embargo, existen cientos de especies diferentes en las 15 hectáreas (38 acres) de los Jardines Botánicos de San Antonio. En la página de Internet oficial encontrarás una guía que puedes imprimir. ¿Eso fue un pato o un pájaro carpintero? Lo podrás encontrar en la Lista de aves. Una divertida actividad para visitantes de todas las edades es ir viendo qué pájaro ves y tacharlo en la lista.
El camino principal, el Texas Native Trail, pasa por tres paisajes distintos de plantas nativas: el sur del estado, el Hill Country y los bosques de pinos al este de Texas. Casi todas las especies tienen un letrero con información interesante sobre el tipo de planta, ya sean cactus, flores o helechos. También podrás ver cómo las usan las aves, otros animales, los indígenas nativos del país y los habitantes de las grandes ciudades. En el lugar se han reconstruido antiguas casas texanas como parte del tema regional.
Estos jardines descansan sobre lo que alguna vez fueron las San Antonio Water Works (obras hidráulicas de la ciudad). Pasó a ser propiedad de la ciudad en 1899 y fue hasta la década de 1960 que se formuló el plan para construir este jardín botánico. El proyecto inicial se completó en 1980. En 1988 se agregó un invernadero de $6.9 millones de dólares. Actualmente, consta de varios módulos llenos de plantas especiales, las cuales incluyen frutas tropicales, helechos y las llamadas "suculentas" (o "plantas crasas"). Si te gusta la fotografía, es un lugar excelente para capturar plantas hermosas y poco comunes. Los invernaderos rodean un patio hundido y una laguna tropical. Es el sitio perfecto para sentarte un rato y refrescarte en un día caluroso.
Hay jardines permanentes y otros que cambian según la estación del año. Ven a finales de abril si quieres ver rosas floreciendo. El boleto de entrada es de módico precio y todo lo que se junta, se invierte en los jardines.
El Carriage House Bistro está abierto de martes a viernes a la hora del almuerzo. Sábados y domingos abre para el "brunch" (una comida que se acostumbra en Estados Unidos entre el desayuno y el almuerzo). Los fines de semana, el jardín se llena de lugareños que vienen a pasar el día en uno de los lugares más relajantes de la ciudad.