Una playa favorita de los residentes locales de Cancún, este tramo tranquilo de la costa conserva mucho del encanto pre-turístico de Cancún. Relájate tomando el sol en la arena caliente de Playa Langosta, o únete a los lugareños que saltan desde el muelle. Playa Langosta atrae cada vez más a visitantes extranjeros y es el hogar de una serie de excelentes bares y restaurantes. El agua es segura y poco profunda, y como llegan pocas olas a la playa, es un excelente lugar para las familias.
A tu llegada, puedes comprarle una bebida fría a un vendedor ambulante y acomodar tu toalla para relajarte. Elige un lugar tranquilo y con sombra, al extremo de la playa, o sumérgete en el bullicio de la gente local en el muelle. Esta es una excelente oportunidad para disfrutar de la cultura de playa al estilo mexicano y para convivir con la gente despreocupada del lugar.
Las aguas del Caribe aquí son tranquilas y poco profundas, y se mantienen cálidas durante todo el año. Playa Langosta es una de las playas de Cancún más aptas para familias, ya que hay pocos barcos y aún menos olas, lo que significa que incluso los más pequeños podrán chapotear tranquilos.
Podrás observar los ferries ir y venir de Isla Mujeres o toma uno de los tours para nadar con delfines que puedes adquirir en la playa. A la hora de la comida, visita uno de los muchos bares y restaurantes tradicionales mexicanos de la playa. Una vez que es sol se ponga sobre Cancún, ordena un cocktail y deléitate con el marisco fresco recién pescado.
Playa Langosta se encuentra en el Boulevard Kukulkán, aproximadamente a seis kilómetros (cuatro millas) del centro de Cancún. Lo más fácil es llegar en autobús o taxi, pero también hay estacionamiento de pago disponible en el muelle. Debido a que la playa es pública, está abierta permanentemente y no se cobra la entrada. Es mejor ir a Playa Langosta, como a la mayoría de las playas de Cancún, entre semana cuando hay menos gente.