El Barrio Chino de San Francisco es una de las áreas urbanas más densamente pobladas y vibrantes en los Estados Unidos. Durante más de 160 años, estas estrechas calles han sido escenario de guerras territoriales, fumaderos de opio, contrabandistas, clubes y sociedades secretas y hasta la peste bubónica... No es de extrañar que se haya convertido en uno de los atractivos turísticos más populares de la ciudad. Al igual que la mayor parte de San Francisco, el vecindario fue reconstruido después del terremoto e incendio de 1906.
Comienza tu recorrido pasando por la famosa Puerta del Barrio Chino, que está rematada con una pagoda y que se ubica en el cruce de Bush Street y Grant Avenue. Los dragones ornamentales reptan a lo largo de esta entrada ceremonial al tiempo que los tradicionales perros Fu hechos de piedra montan guardia a sus lados.
En la Stockton Street encontrarás los varios mercados de productos agrícolas y animales donde los residentes hacen sus compras. Aquí encontrarás tortugas, pollos y muchos otros animales en exhibición.
Uno de los atractivos que hacen que valga la pena visitar el Barrio Chino es la fábrica de galletas de la fortuna Golden Gate. La fábrica ocupa un pequeño edificio en un callejón conocido como Ross Alley. Al acercarte, te atraerán los dulces olores de las galletas de la fortuna de todos tamaños y formas que se producen en este lugar. Aunque hay otras fábricas de galletas en la ciudad, esta es la única que las hace de la forma tradicional: a mano.La palabra "fábrica" es engañosa, pues en realidad se trata de dos o tres personas que doblan galleta tras galleta atrás del mostrador de la tienda. Observa cómo se hacen las galletas y después tómate una foto. Lo mejor de todo es que hay bolsas de galletas frescas a la venta.
Para conocer un poco más de cerca el verdadero Barrio Chino, en vez del que "está en exhibición" para los turistas, camina más allá de las calles principales con su arquitectura llamativa, restaurantes de dim sum y tiendas de recuerdos. Atrévete a recorrer el laberinto de callejones y calles secundarias para sumergirte en el vecindario donde los residentes llevan a cabo sus actividades cotidianas. Visita templos, entra en las tiendas más pequeñas y descubre otras cosas por tu cuenta.
Puedes caminar sin problemas al Barrio Chino desde centro de la ciudad. Los tranvías también dan servicio hacia esta área.