A St. Louis se le conoce como la puerta al oeste, aunque en realidad es una combinación de hospitalidad sureña y sensibilidad del Medio Oeste de Estados Unidos. Sus vecindarios históricos con calles adoquinadas dan equilibrio a una urbe moderna que resplandece con estadios deportivos, centros nocturnos y departamentos de lujo. Gigantes del blues y el jazz como Cuck Berry y Miles Davis nacieron aquí y contribuyeron a dar el renombre que la escena musical de la ciudad se ha ganado hoy en día.
El monumento más distintivo de St. Louis es el Gateway Arch (conocido en español como el Arco Gateway o la Puerta al Oeste). Mide 192 metros (630 pies) de altura y es el lugar perfecto para empezar tu viaje. Toma el autobús para disfrutar de la panorámica de la ciudad. El parque Jefferson National Expansion Memorial Park te ofrecerá un vistazo más que interesante al pasado de Saint Louis. Aquí podrás ver el Old Courthouse (Viejo palacio de justicia) y el Museum of Westward Expansion (el museo de la expansión hacia el oeste).
Esta ciudad fue hogar de pueblos nativos americanos por siglos, hasta la llegada de los franceses, a finales de los años 1600. A partir de entonces, fue desarrollándose hasta convertirse en un importante pueblo y puerto comercial. La ciudad vivió su era dorada en 1904, cuando fue sede tanto de los Juegos Olímpicos de verano como de la feria mundial. En la década de 1950 sobrevino una época de declive, pero una serie de proyectos de renovación le devolvieron la prosperidad a la que se habían acostumbrado sus habitantes. A fin de apreciar la historia de esta bella ciudad en todo su esplendor, aparta un día para visitar museos como el Missouri History Museum (Museo de Historia de Missouri), el Museum of Transportation (Museo del Transporte) y el excéntrico City Museum (Museo de la Ciudad).
El Grand Center es el núcleo cultural, lleno de turistas y lugareños que pasan el tiempo en las galerías, los teatros y las salas de conciertos. La Pulitzer Foundation for the Arts (Fundación Pulitzer para las artes) es un famoso centro creativo para las artes visuales, literarias y escénicas. Cerca de ahí, el parque Laumeier Sculpture Park te ofrece un entorno tranquilizante, ideal si te gusta el arte escultórico, ya que encontrarás docenas de obras distribuidas a lo largo y ancho de las 40 hectáreas (100 acres) del parque.
Si lo que buscas es diversión familiar, dirígete al Magic House-St. Louis' Children's Museum (el museo de los niños), y después relájate en Missouri Botanical Gardens and Arboretum (jardines botánicos y arboreto de Missouri). Y a la hora de comer, nada mejor que visitar The Hill, un vecindario italiano donde probarás especialidades de St. Louis, como el "butter cake" y los ravioles fritos.
Por último, al caer la noche, visita alguno de los numerosos bares que hay en las áreas de Laclede's Landing o Delmar Loop. Prueba una Budweiser, cerveza originaria de St. Louis, y abre bien los ojos y los oídos, quizá escuches a Chuck Berry, que sigue tocando con regularidad a sus ochenta y tantos años de edad.