La iglesia de Santa María de los Milagros (Santa Maria dei Miracoli) es una de las más bellas de la ciudad. El edificio del Renacimiento temprano se ubica entre una peculiar plaza y un canal en el distrito residencial de Cannaregio, alejado de las zonas más turísticas. La pequeña iglesia con su domo alto te dará unas buenas fotografías desde el exterior. Adentro encontrarás un hermoso espacio dónde pasar unos treinta minutos en medio de la calma y alejado del constante movimiento de la parte central de Venecia.
Puedes llegar en góndola y pasar por las aguas que reflejan el mármol rosa y blanco de la fachada de la iglesia. Ábrete paso entre los lugareños que probablemente estarán disfrutando de un café en la plaza. Haz una pausa antes de entrar para admirar la figura sencilla pero elegante del templo, con su frontón curveado y el domo angosto y elevado.
La iglesia es un punto histórico significativo para los católicos venecianos. Las primeras personas que llegaron a este lugar fueron los peregrinos que traían ofrendas a una imagen de María. Según decían, la Virgen les concedía milagros, entre los que se destaca revivir a una persona que se había ahogado. Con el tiempo, se recabaron fondos suficientes para construir una iglesia en Su honor. Las obras comenzaron en 1481, con el diseño de Pietro Lombardo, quien se convertiría en uno de los padres del Renacimiento en Venecia.
Adentro de la iglesia, la luz corre desde arriba del altar, concentrándose principalmente en la imagen de María, a lo cual se le conoce como "I Miracoli" (El Milagro). Podrás ver cómo la combinación de mármol color rosa, blanco y gris del exterior continúa por el interior de las paredes, con paneles rectangulares pulidos a cada lado. Levanta la mirada para ver los 50 retratos individuales de los profetas, cada uno vestido como veneciano. Dedica unos momentos a contemplar la escalinata de mármol, donde verás figuras de la Virgen María y los ángeles talladas en los barandales.
La iglesia de Santa María de los Milagros se ubica al noreste del Puente Rialto, en Cannaregio. Está abierta todos los días de la semana, pero los domingos por la tarde solo abre dos horas. Hay una pequeña tarifa por entrar, pero algunos domingos el acceso es gratuito. Está estrictamente prohibido tomar fotografías en el interior de la iglesia.