Actividades en Villafranca dʼAsti

El Museo Egizio di Torino (Museo Egipcio de Turín) es una de las atracciones más visitadas de la ciudad, y con justa razón. Con más de 6,500 objetos en exhibición y otros 25,000 bajo custodia, este recinto es el único lugar en el mundo donde podrás ver colecciones completas fuera de Egipto.

La Piazza San Carlo (Plaza de San Carlos) es el mejor lugar para caminar y contemplar la belleza de una ciudad italiana clásica mientras tomas un poco de "espresso". Esta plaza ha sido punto de reunión para los lugareños desde que fue construida, a medidados del siglo XVII. Está ubicada al sur del distrito central de Turín. En el centro de la plaza se erige el imponente monumento a Manuel Filiberto, Duque de Saboya durante el siglo XVI.

La Mole Antonelliana, que originalmente fue construida como un templo judío, es uno de los sitios históricos más venerados de Turín. Este edificio fue completado en 1889, un año después de la muerte de su arquitecto, Alessandro Antonelli. Hoy en día, alberga el Museo Nacional del Cine y ofrece una vista panorámica extraordinaria de toda la ciudad, ¡si es que te atreves a subir al punto más alto!

El Palacio Real de Turín es un emblema de la ciudad y un monumento que recuerda el papel tan importante de la Casa de Saboya en Italia. Sus magníficas escalinatas, exquisitos tapices y su sala de armamento histórico hacen de este recinto un lugar emocinante para visitar. Explora la fascinante historia de aquella familia aristócrata y déjate cautivar por su inconmensurable riqueza y poder.

La Catedral de Turín está dedicada a San Juan Bautista y se construyó junto al Palacio Real a finales del siglo XV. Su construcción tardó siete años y fue erigida sobre las ruinas de otras tres basílicas más antiguas. La más grande de ellas también estaba dedicada al Santo Bautista; las otras dos, a San Salvador y a Santa María de Dompno.